El humor es el mejor digestivo que existe. Cómo todo, según como se tome puede ser contraproducente (sobretodo si no se escucha lo que se quiere escuchar), pero en el cine muchísimos relatos han conseguido ser contados a través de ese prisma. En los últimos tiempos, los hermanos Coen han sido los reyes del humor negro, y tras esa senda apareció Martin McDonagh para contar la historia de Tres anuncios en las afueras. Y el resultado no ha sido nada malo.
La película narra una historia dura, muy dura. Nos muestra la desesperación de una madre que intenta hacer a toda costa que la policía de su pueblo no tire la toalla en la investigación del asesinato de su hija después de ser violada. Y para ello contrata tres carteles publicitarios enormes para criticar la labor policial.
A priori, un argumento tan duro nos haría prepararnos para un gran drama, pero el mágico guión del propio McDonagh nos lleva a una comedia negra de las que hace tiempo que no se veían. Todo ello es posible gracias a unas interpretaciones grandiosas de unos personajes llevados al límite y que brillan cada cual en su momento. Aunque bien es cierto que Caleb Landry Jones, Peter Dinklage y Woody Harrelson tienen apariciones sumamente talentosas, los focos en esta cinta se giran hacia Sam Rockwell y Frances McDormand.
La actriz, protagonista absoluta de la cinta, hace una de sus mejores actuaciones precisamente en una cinta muy similar a Fargo, título con el que firmó su mejor trabajo hasta la fecha. Tres anuncios en las afueras bebe mucho de la cinta de los Coen, sobre todo en la ambientación. Como policía protagonista, el peso se reparte entre Harrelson y Rockwell, quedándose este último con todo el peso de la cinta en una rocambolesca sucesión de acontecimientos desatados por esos anuncios.
Una de las bondades de la película es su simpleza. McDonagh se maneja bien en los giros de guión, pero en Tres anuncios en las afueras apuesta por un camino seguro, que permite conocer a los habitantes de un pueblo pequeño en el que todos se conocen y en donde es posible que una madre en busca de justicia le haga imposible a un jefe de Policía, pero que a la vez sea la primera preocupada por su estado de salud.
McDonagh siempre ha sido un director que apuesta por la originalidad. Con Escondidos en Brujas y sobre todo Siete psicópatas ya mostró de sobra que los personajes con personalidad son su especialidad, y tras estos dos importantes antecedentes, cocinó a fuego lento una cinta que seguramente acabe luchando muy seriamente por los Oscars más importantes.
Nominaciones para los Oscars:
-Mejor película
-Mejor actriz protagonista (Frances McDormand)
-Mejor actor secundario (Woody Harrelson)
-Mejor actor secundario (Sam Rockwell)
-Mejor guión original
-Mejor banda sonara
-Mejor montaje