Seis meses dan para mucho

Precisamente hoy, hace seis meses, llegaba a casa de mis amigos Pablo y Lydia con un maletón a cuestas y con una experiencia nueva que vivir (aún tengo ropa en su casa, madre mía…). Hoy hace seis meses que llegué a Madrid de la mano de Fernando García de la Cruz, quien al enterarse que a mitad de abril tomé una de las decisiones más importantes de mi vida y dejé mi trabajo en Estepona, entregó un currículum que se convirtió en una nueva oportunidad.

Y es que seis meses dan para mucho. Admito que ha habido momentos complicados. Llegué a una ciudad como Madrid sin casa, a incorporarme a un trabajo que nunca había hecho y a más de 500 kilómetros de mi hogar. Pero he tenido la suerte de encontrar apoyos en personas que el calificativo de «amigos» se les ha quedado pequeño.

Este medio año ha servido para descubrirme a mi mismo. Venía de una etapa en la que mi disponibilidad (ya fuera en casa o pegado al teléfono) era casi de 24 horas. Recuerdo que en una ocasión, estando de vacaciones precisamente en Madrid, me llamaron y me tuve que poner a ampliar una noticia. Sí, en mitad de mis vacaciones y tras redactarla casi tres semanas antes. Por suerte, eso ya pasó.

He redescubierto lo que es tener vida. El salir de trabajar y poder hacer lo que me de la gana. El reírme más de una noche a la semana, que era más o menos lo que me podía permitir desconectar anteriormente. En definitiva, he vuelto a normalizar un ritmo normal. Porque el de antes no lo era y creo que nunca me permití tenerlo.

Madrid es una ciudad cara y agobiante. Es una ciudad genial para el visitante, pero por lo menos para mí, que llego con 30 años y para trabajar, no la veo como mi primera opción para vivir. Mi objetivo es volver a Málaga, pero no a día de hoy. A día de hoy Madrid, pese a lo que escribí antes, me está aportando muchísimas cosas positivas.

Si hace un año me dicen que estaría sentado en mi sofá, en la capital de Españay escribiendo estas líneas, pensaría que me estaban tomando por tonto. Pero aquí estoy. Han sido sólo seis meses. No sé hasta cuando durará esto, pero ya os aseguro que voy a seguir luchando para mejorar. Este no es el objetivo final. Es el comienzo de algo que aún no sé que será.