‘Away’ y la búsqueda del hogar

Away-leandro-pavon-periodismo-marketing-comunicacion-cine-series-hillary-swank

El confinamiento es duro. Es algo que todos hemos vivido en estos meses y que a la mayoría se nos ha hecho cuesta arriba. Da mucho tiempo a pensar. Psicológicamente, el no salir de un espacio reducido nos ha afectado de alguna manera, no hay duda. ¿Imaginan vivir un confinamiento junto a varios extraños, mientras que el resto del que es su mundo sigue su vida normal y se alejan de él más y más? Eso ocurre en el viaje espacial que ocupa la trama central de Away, la serie de Netflix protagonizada por Hilary Swank sobre el primer viaje del ser humano a Marte.

Pese a ser una serie de astronautas, el espacio juega un papel más contextual que argumentativo (qué también). Las relaciones personales pesan más que las estrellas, y la historia de la serie me llevó plantearme una reflexión: ¿a qué llamamos hogar? En castellano utilizamos muchas veces de forma indiferente la palabra “casa” y “hogar” para referirnos a este segundo término. En inglés, el vocablo “home” da una respuesta más exacta a lo que podemos entender por hogar, dejando la palabra “house” para la estructura de la casa en sí. 

Aun así, explicar qué es el hogar es complejo. No podemos dejarlo definido como “domicilio habitual”, ya que para muchos su hogar está a cientos o miles de kilómetros. ¿Se pueden tener dos hogares? Hilary Swank lucha contra esta cuestión en una nave espacial en la que debe mantener unida a la tripulación con la que convivirá durante tres años, pero donde está cada vez más lejos de su familia en un momento en el que su marido y su hija viven una serie de desgracias en las que ella no puede ayudar.

¿Qué se puede considerar hogar durante un viaje de tres años? La cooperación en la tripulación es vital para que todo salga correctamente y, durante ese periodo de tiempo, se crean lazos únicos en una convivencia que bien podría llamarse hogar. Pero, ¿deja de ser tu hogar el que has creado con tu pareja y tus hijos? Pese a mantener la relación a distancia, intentas estar presente de algún modo en el día a día de los tuyos, algo complicado cuando tus mensajes tardan 30 minutos en llegar.

Lo que puede parecer una ventaja, tener dos hogares, se convierte rápidamente en una desventaja. Ya de por sí es muy difícil construir un hogar, por lo que considerar que tienes dos se traduce inmediatamente en no tener ninguno. No te puedes involucrar en uno de ellos por estar a una distancia inasumible y tampoco te involucras en el otro por estar emocionalmente preocupado por el primero. El «divide y vencerás» no es la mejor estrategia en este caso.

En el caso de Away, entra en juego un tercer tipo de hogar: el ideal. Para la tripulación, la nave espacial es sólo un hogar momentáneo. Siempre han considerado Marte como su hogar, pese a no haber estado nunca allí. Cualquier joven puede verse reflejado. No miran a Marte, pero sí a una independencia económica, a un proyecto de familia o a una casa en la que echar raíces para hacerla suya. A un objetivo.

Cada persona es un mundo y descubrir dónde está tu hogar puede ser una aventura. Para unos puede estar en el lugar en el que está, adaptándose a las circunstancias que le rodeen. Para otros será donde esté su familia. Para otros, su hogar es su casa y su ciudad. Cada uno tiene sus propias normas para definir lo que es su hogar. Porque al final eso es lo que podemos tomar como patrón a la hora de ver qué es un hogar: el lugar y las personas a las que perteneces.