Campeones de otra liga

Campeones Leandro Pavón

Campeones. Es el nombre de la película de moda. Una moda que va para casi un año, ya que desde su estreno hasta el día de la ceremonia de los premios Goya no ha parado de sonar tanto en los medios como en el boca a boca de los espectadores. Los académicos han decidido que es la mejor película del 2018 y yo creo que quizás no lo sea. Pero quizás sea un problema del vocabulario utilizado. Campeones no es la mejor película del año. Es LA película del año.

Y es que posiblemente, de las cinco nominadas a mejor película en los premios Goya fuera la que menos nivel tuviera. No es peyorativo este comentario, ojo. El Reino es espectacular en todos los aspectos, y el resto de competidoras tienen un nivel altísimo. Me atrevo a decir que el nivel supera este año al de los Oscar (con alguna excepción). Campeones, pese su alto nivel, creo que está a la cola de las cinco elegidas, pero es que su mensaje supera al de las otras cuatro con creces.

Javier Fesser es un director que merece la pena ser estudiado. Los vídeos con los que empezó a ser conocido allá por los inicios del acceso masivo a Internet quizás no pasarían el filtro de lo políticamente correcto que las redes sociales han afilado. Pero es que todo lo que ha tocado lo ha convertido en una maravillosa obra de arte. Ha sido el único capaz de adaptar el complejo universo de Ibáñez en la pantalla (Mortadelo y Filemón en cine y 13 Rue del Percebe en los anuncios de La Casera). Nos ha hecho reír (El milagro de P. Tinto), llorar (Camino) y nos ha enseñado a pensar de manera diferente (Binta y la gran idea). Pero con Campeones ha logrado reunir todo eso en una misma cinta.

No es su mejor película, pero es sí la más importante. Este debe ser su legado. Por el que la gente le reconozca y por el que se le recuerde en el futuro. Y es que ha cogido un megáfono con el que ha lanzado un mensaje de tolerancia e inclusión como hacía tiempo que no se veía de forma tan mediática.

Espero que en muy poco tiempo esta película sea visionada en colegios e institutos, pero no como un ejercicio de ocio, sino de estudio. En unos momentos en los que se pregona la inclusión y tolerancia por todos los canales, pero se señala al diferente de manera instantánea, hace falta mostrar que al final todos tenemos algo en común: un camino a seguir. Y que ese camino es más llevadero cuando se recorre con otras personas. Campeones demuestra que el amor, no ya el romántico (que también), sino el de la propia amistad, es la mejor muleta en la que apoyarse para recorrer la senda que te marca la vida cuando ésta va cuesta arriba.

Campeones es la película de un grupo de amigos que, con sus obstáculos, se reúnen para jugar a baloncesto, aunque realmente no sepan ni como se juega. Ese grupo de amigos tiene una serie de capacidades especiales que es difícil de encontrar en otras personas. Entre ellas está la de abrir los ojos a realidades a las que no solemos estar acostumbrados. Está la de luchar más que cualquier otro para intentar llevar una vida normal. Y entre otras más, está la de disfrutar la vida, con todo lo que eso conlleva.

El Reino es una película enorme. Carmen y Lola es una película tremendamente necesaria. Entre dos aguas es una película con una perspectiva tremenda. Todos los saben es una película con una gran historia. Pero CampeonesCampeones no es que sea mejor que ellas. Es que juega en otra liga.